divendres, 27 d’agost del 2010

Teoría sobre el Amor y el Capitán Garfio

¿Sabes qué es perderte en su mirada? ¿En el movimiento de sus curvas al moverse? ¿Obsesionarte con su boca y pensar que tal vez sus labios suspiran por ti? Saber que es tan cierto como mentira te destroza, y estás en el cielo. Sí, estás en el cielo. En una nube. De algodón. Frágil. Y puede romperse en cualquier instante, pero tú estás bien. Y te pierdes en la brisa de su respiración. Y te preguntas si tal vez moriría contigo algún día, si por alguna casualidad piensa en ti como tú piensas en ella y te desea tanto como quisieras. Te obsesiona, te pierde, te enamora, te gusta, te destroza, te enrosca y te suelta. Y todo te da vueltas. ¿Sabes qué es extender los brazos y empezar a girar hasta que te sientes mareado, aturdido y extrañado, y a su vez la sensación en fantástica? ¿Lo sabes? El amor es así, es como un aire fresco que de pronto es ventisca y te tumba.

Yo me perdí. Sí, me perdí en sus curvas, entre sus caderas, en sus labios y sus manos, en sus pupilas… me perdí en ella y no volví. Aún no he vuelto. Y si me preguntas, no quiero volver. Quiero seguir perdiéndome en ella, y si esto me obsesiona, golpéame, con la mano abierta y los dedos extendidos, rígidos, como si me golpeara una tabla de madera. Y si esto me hace amarte más, bésame, abrázame, ámame, tócame, desgárrame de amor y arráncame ese pedazo de corazón que te pertenece.

Pero sigo en esa nube, y se abren boquetes, como las nubes del País de Nunca Jamás cuando Capitán Garfio busca a Peter Pan. Aquí me tienes, Garfio, ¿quién eres esta vez? ¿Por qué hacerme caer de la nube, golpearme, odiarme y envidiarme? ¡Ama, ama, ama y ensancha el alma! Aquí me tienes pirata del amor, ladrón y saqueador de sentimientos, pero a mí no me robarás los míos. Yo los ofrezco, yo los regalo, pero no a aquel que pudre el corazón por entender de sucios amores. Ven a buscarme, atrápame si puedes. ¡Te espero Garfio, te espero Capitán Hook! Te espero pero no me atraparás jamás.

Así tiento a la suerte, y te sigo buscando mientras el desamor me persigue. No me hablen de desamores ni engaños, que yo los viví y los conozco más que a mí. Y me importa un cojón lo que piensen si tengo yo sus pechos, sí, sus pechos, conozco sus secretos, también conozco sus labios a la perfección, sé dónde rozar para que me ame, y sé vivirla más y mejor que cualquiera. Sé más de ella que vosotros, y sé de vosotros que no la merecéis. Ni tú, ni él, ni siquiera yo merezco tal cosa. Es Amor, ella es Amor, con mayúsculas, y debería decir, en realidad, AMOR.

Aquí estoy. Sigo esperando al hurtador de amores, y aún no me ha alcanzado. Mientras tanto ella me moja el corazón, me vicia, crujen los besos, tiritan los huesos, tus manos y mis manos, nos enganchamos, nos mojamos el corazón, sólo es un instante. Y él no llega, mejor así, que no me coja, porque si me atrapa serás suya, suficiente para hacerme enloquecer de envidia. Ya envidio el aire que respiras, y me gusta tan poco que lleves ropa como a ti que la lleve yo. Y ya estoy loca. Con tus dedos tentando en la comisura de los labios, la respiración cerca de sentirla mía… y seguimos mojando el corazón mientras huimos del desastre.

Y aunque se acerca y nos roza. No nos alcanza el Capitán.

3 comentaris:

  1. El amor es elección.

    El Capitán Garfio solo te atrapará si tu se lo permites.

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  2. Nota mental y para él/la anónimo/a : el amor no se elige. No se trata de voluntad sino de entrega/domesticación, del Arte, del Arte de Amar, pero no, no se elige.

    Cortázar dixit : "Lo que mucha gente llama amar consiste en elegir a una mujer y casarse con ella. La eligen, te lo juro, los he visto. Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio[...]"

    En cuanto al escrito, realmente bonito. Seguiré leyendo, señorita.

    Atentamente

    Un gato curioso.

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  3. Buena respuesta al anónimo, realmente estoy de acuerdo. El amor no es una elección, nunca debe serlo, ese amor no es Amor... resulta tan falso que me aterra pensar que hay quien es capaz de vivir con él.

    Cortázar habló bien, muy bien.

    Y me alegra que te gustara el texto :)

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