dijous, 30 d’abril del 2009

Orquesta personal.

Me cansé de tanto quiero y no puedo, palabras que siempre guardábamos como la eterna cantata de silencios y el trompeteo de tequieros desde los tambores de nuestro corazón.

Por el miedo a equivocarnos

Y ahora este sitio está lleno de noches sin aire, de abrazos vacíos, de mundos aparte, de hielo en los ojos, de miedo a encontrarse, de huecos, de rotos, de ganas de odiarse. Y ya lo llevo sintiendo, me quedo sin aire, el cielo ha caído, se muere, se parte. Sólo es un infierno sostenido, sólo es un esfuerzo relativo.




MALDITA NEREA
Es un secreto... no se lo digas a nadie, Por el miedo a equivocarnos

dimarts, 21 d’abril del 2009

Ideario

Me da vértigo el punto muerto y la marcha atrás, vivir en los atascos, los frenos automáticos y el olor a gasoil. Me angustia el cruce de miradas, la doble dirección de las palabras y el obsceno guiñar de los semáforos. Me da pena la vida, los cambios de sentido, las señales de stop y los pasos perdidos. Me agobian las medianas, las frases que están hechas, los que nunca saludan y los malos profetas. Me fatigan los dioses bajados del Olimpo a conquistar la Tierra y los necios de espíritu. Me entristecen quienes me venden clines en los pasos de cebra, los que enferman de cáncer y los que sólo son simples marionetas. Me aplasta la hermosura de los cuerpos perfectos, las sirenas que ululan en las noches de fiesta, los códigos de barras, el baile de etiquetas. Me arruinan las prisas y las faltas de estilo, el paso obligatorio, las tardes de domingo y hasta la línea recta. Me enervan los que no tienen dudas y aquellos que se aferran a sus ideales sobre los de cualquiera. Me cansa tanto tráfico y tanto sinsentido, parado frente al mar mientras que el mundo gira.
Por cierto, los renglones se me tuercen...




FRANCISCO M. ORTEGA PALOMARES
Cuenta atrás, Ideario

dilluns, 13 d’abril del 2009

Bailando encima de un cristal

Me robas por la noche la almohada, y me escondes mi alma en cada sueño. Te enredo con mi mirada, doy al mundo mil patadas, y me responde a putadas. Estoy saciado de este aire que a diario me degrada. Ando suelto por los montes y no encuentro mi manada. Y en silencio canto a gritos: si me olvidas, me derrito; si me dejas yo te huelo, y vuelvo a congelarme entero. Parece que mi presencia al aire contaminara. Saltan chispas al andar cuando tengo las ideas claras. Parece como si mi vida, como si mi vida se desintegrara. Veo en ruinas este alma que pide ser enterrada. (...) Devuélveme mi alegría y quédate con esta triste utopía, llena de poemas de mierda, reinos en ruinas, acordes que flotan en los mares. Pero nunca podrás, pero nunca podrás robarme ni mi libertad ni mis pensamientos, ni apagar a tu antojo mi, cada vez, tan desgarrada voz.



Ázido Sulfúrico
Poemas Malditos, Bailando encima de un cristal

Cero grados.

Un globo, dos sexos, tres orgasmos; cuatro risas, cinco besos, seis gemidos. Y ríe la luna por nada. Siete dudas, ocho renuncias, nueve fugas; diez silencios, once rosas, doce docenas de espinas afiladas. Oxidadas con desprecio. Trece broncas, catorce puñaladas, quince duchas de agua helada; dieciséis deudas, diecisiete borracheras, dieciocho corazones bomba. Y la luna llora descuartizada. Diecinueve abortos, veinte colillas, veintiun castillos de arena; veintidos historias, veintitres puntos de sutura, y veinticuatro horas extraordinarias. Y ciento una heridas abiertas, y trescientas sesenta resacas, y mil y una noches sin ti.



FORRAJE
Diario de un alma rota, Cero grados

dijous, 9 d’abril del 2009

1999

Hasta aquí llegó el ritual de enfados y canibalismo estúpido. Son demasiadas horas en vela y nada que decir. Descansamos nuestra espalda en las persianas bien cerradas, tú y yo anémicos, y a cada parpadeo calmado intentamos dormir. Terapias mal llevadas sin nadie que mediara por dos histéricos, mis gritos envasados al vacío reventaron al fin. Y ahora congelo cada instante sabiendo de antemano que son los últimos, la noche en que el noventa y nueve llegó hasta abril.



LOVE OF LESBIAN
1999, 1999

dijous, 2 d’abril del 2009

El equilibrio es imposible.

Vamos a llevarnos bien con el tiempo y el dolor,
vamos a llevarnos bien con el odio y el amor.
Que amor y soledad entablen amistad
y simpaticen con esta angustia que tenga dentro,
para así echarla al mar y la devoren las olas.
Que el odio y el tiempo se lleven bien
y no hagan más corrosivo el dolor,
que el tiempo no aumente el odio una vez más.
Que las lágrimas no afloren de nuevo,
que tu cuerpo sea mi calor y sea tu boca mi cielo.
Sé, por favor, mi paraíso más amado y personal,
porque ya no aguanto el tiempo, el odio y la soledad.

Carta a todas tus catástrofes.

Hola, cariño:

Sé que ha pasado mucho tiempo desde la última vez que te escribí, y aún más desde la última vez que nos vimos desastrosamente. Me gustaría que leyeras esta estúpida carta hasta el final, igual que yo leo las tuyas una y otra vez (incluso cuando ya me las sé de memoria) hasta la saciedad. Te preguntarás porqué demonios te escribo esto ahora, cuando hace mucho que lo nuestro terminó, pero debes saber que todo eso (el odio, el rencor, los reproches...) quedó atrás para mí, igual que deberías saber que nunca dejaron de gustarme tus detalles. Bien, pues voy a responder a esa cuestión que supongo que te haces, ya sin darle más rodeos al asunto.
He estado buscando en mi memoria cada una de tus catástrofes. Tus silencios, ¡sé que querías decirme tantas cosas..! Algo en mí te aterraba, creo que te enfadabas conmigo porque estabas enfadada contigo en realidad. Aunque tú creyeras que esas infinitas conversaciones ausentes de voz y palabras eran parte de tus errores mayores, para mí eran todo lo que tú me dabas invertido en esquivas y tímidas miradas, y no es poco. Esa tranquilidad tuya tan aparentemente fría que se convertía en ira en un abrir y cerrar de ojos, esa sí era una verdadera catástrofe. Tus reproches lanzados a modo de daga como cien mil puñaladas, y por otro lado tus bromas de carácter burlesco que me irritaban a diario. Tenías una pequeña obsesión por los detalles tontos, algo que me parecía incluso absurdo viniendo de alguien tan despreocupada. Todas. Sí, todas tus catástrofes me enamoraban.

Te recuerda, Yo Misma.

PD: ¿Sabes qué? Nunca me dijiste que me querías.