divendres, 20 de novembre del 2009

Me gusta.

Me gusta escribir. Me gustan frases concretas como: siempre a ras de cielo, yo nací para volar, disfrutando a poquitos la vida entera. Me gustan los detalles, me gusta el mar, me gusta ver el cielo nublado tras un rato de cariño. Me gusta poder decir: lo siento, tengo que ver una chica. Me gustan las canciones acústicas de Marea, me gusta Trampas al sol. Me gusta Layla, me gusta Eric Clapton. Me encanta Phil Collins desde el día en que escuché I can't stop loving you. Me gusta el sonido del bajo, es grave. Me gusta recordar, y las fotos de carné con seres queridos. Todas estas cosas me gustan mucho, muchísimo, así como el buen cine. Te juro que si no me besas ahora me pongo a gritar, esa cita me enamora. Me gustan las locuras calculadas a último momento, me gusta la locura por amores no pasajeros. Me gusta el silencio de la calma cuando uno se siente a gusto. Siempre me gustaron las mujeres, y me encanta ser mujer. Me gusta el sexo, me encanta, pero con personas muy concretas y necesito una de nuevo. Me encanta amar, por lo bien que se siente. Me encanta la lluvia. Adoro los gatos, soy como ellos. Me gustan mis ojos, sólo cuando se vuelven verdes. Me pierden los ojos verdes. Quiero irme de viaje, aunque sea sólo para ver obras de arte. Sí, me encantan las obras de arte... "eres una obra de arte". Echo de menos todos aquellos lugares a los que nunca fuimos, otra cita encantadora. Me gustan las chicas tan o más bajitas que yo porque me siento pequeña. Empezó a gustarme Paramore al ver a Hayley Williams, lo admito. Y ahora me encanta. Odio echar de menos a alguien, pero me encanta hacerlo porque eso demuestra que me importa de verdad. Siempre dije que odiaba los niños, en realidad me encantan... son mágicos. Me gusta creer en los abrazos bien dados, son mejores que cualquier beso. Las mejores palabras son aquellas que se dicen cuando uno aprende a silenciar, me gustó crear esta frase. Me gusta que me hablen con los ojos, y que me miren el alma en lugar de la cara. Me gusta escuchar música que me hace sentir triste, porque son mis recuerdos y eso me hace sentir viva. Me gusta como soy, me gusta como seré, me gusta ser yo aunque sea difícil. Me gusta vivir, aunque a veces parece que carezca de importancia. Me gusta la gente, pero también su ausencia. Me gustan las manos cuando expresan. Me gusta hablar por hablar cuando en realidad el motivo es infinito e invisible. Me gusta la sinceridad, aunque duela. Me gusta el frío, me gusta el viento y el olor a hierba mojada. Me gusta imaginar a qué huelen las nubes... creo que huelen a cielo, ¿a qué olerá el cielo? Me gustan los sueños, se pueden hacer realidad. Me gusta escuchar, me gusta callar, me gusta observar, me gusta cegar, me gusta... el pretérito perfecto más que el infinitivo, siempre me pareció curioso. Por cierto, odio el tiempo en futuro pero me gusta la gente que vive en el él: en el futuro valen los sueños, y me gustan los sueños. Y también me gustas tú. Cuéntame mil historias, te escucharé y disfrutaré más que nadie. Y me gustará todo esto, todo esto y mucho más, mientras me dejes vivir a mi manera.

Hoy toca enamorarse de nuevo, en silencio.

Sé que cada día me acuesto en la cuna de la madrugada, sé que no duermo por pensarte y que no te pienso en todo el día. No te dejo vivir en mí, no permito que te acomodes otra vez entre mis sentimientos, no te quiero aquí como tú no me quieres a mí. Y así sigue el ciclo: nos prohibimos mutuamente, nos queremos sin querer y nos odiamos queriendo. Nunca te hablo, ya no doblo las esquinas para encontrarte ni canto a tu amor muerto. Y sé que de ahora en adelante lloverán besos de labios nuevos en la trastienda de mi corazón, ya no te quiero, ya no te espero...
Adiós, mi niña, adiós.

Pégate a mí.

Y decirte envuelta en mil silencios infinitos tequieros como los que dejé en cada nota de papel que escribí para ti y jamás llegaste a ver. Te inventaré en cada anochecer hasta hacerte real, también hasta que el colchón olvide que un día estuviste ausente. Y quiero que sepas, sinceramente, que llenaremos de besos la almohada y seremos calor bajo las sábanas.

Pégate a mí, no habrá más amor de contenedor.